Bajo el título “2001–2018. Los años del cambio”, la intervención de Alejandro Arola sirvió para repasar las principales transformaciones acontecidas en el ámbito aduanero en el país. Así, Arola recordó haber vivido “muchos cambios” en la Aduana, desde “la aduana histórica, pasando por la moderna y la post-moderna” para llegar a la actual: “la tecnológica”, siendo ésta última, la del 2001 al 2018, “la más cambiante”.

Según Alejandro Arola, “el punto de inflexión se produjo en 2001, con el atentado a las torres gemelas de Nueva York”. A partir de este trágico suceso “todo empezó a cambiar, especialmente en el ámbito del comercio internacional, ya que todos los criterios de seguridad, de control y de verificación de las mercancías han pasado al ámbito aduanero, cosa que antes no era así”. Así pues “2001 fue el punto de partida del cambio más radical que ha vivido la aduana y todos los que trabajamos a su alrededor, tanto de manera directa como indirecta”.

El segundo cambio relevante se produjo en 2005, “cuando la Organización Mundial de Aduanas (OMA) publica la figura del Operador Económico Autorizado (OEA), que se crea a raíz de los atentados del 11-S”. Para Arola, “a partir de aquí empieza a estructurarse una Aduana nueva y distinta en la que la verificación, el control y la seguridad pasa a tener, en muchos caso, mayor importancia que la fiscalización de la tributación de las mercancías”. Se produce pues, “un cambio de rol y de filosofía”. El siguiente paso es el que la Unión Europea da en 2006, cuando también “crea la figura del OEA y publica los Reglamentos que dan pie a la posibilidad de certificarse”. En 2007, cuando Arola entra como empresa piloto y empieza a trabajar con el Departamento de Aduanas, se empieza a impulsar esta figura en el país.
“Pero este era el escenario del parche” porque, según Alejandro Arola, “en 2008 había un Código Aduanero parcheado a raíz de lo sucedido en 2011”. Así que, en aquel momento “Bruselas decide que tiene que hacerse un Código nuevo, que va a ser el Código Aduanero Modernizado, pero que no va a nacer ni a ver la luz nunca”, esencialmente debido al fracaso que hubo en Europa para aprobar la Constitución Europea. Posteriormente, se trabaja con el Tratado de Lisboa y “se estructura un nuevo marco jurídico de la UE, que da más poder al Parlamento en un intento también de dar mayor transparencia y cercanía a la ciudadanía en relación a la política”. Pero el Código Aduanero Modernizado, que se ha hecho para regenerar el aspecto jurídico de funcionamiento de las aduanas, “no tiene la estructura adaptada al Tratado de Lisboa”.

Es así como en el año 2013 “se publica el nuevo Código Aduanero de la Unión (CAU) que entra en vigor en mayo de 2016”. Según Alejandro Arola, “a nivel normativo, comunitario y de armonización de normas de interpretación y de habilitación de los procedimientos aduaneros, hemos perdido prácticamente entre seis y siete años” porque el Código Aduanero Armonizado de 2008 “ya tenía el contenido y la filosofía de funcionamiento”.En referencia al escenario actual, Arola explicó que “tenemos el CAU, dos Reglamentos de aplicación, un Reglamento transitorio y aproximadamente 1.000 páginas de normativa –con la dificultad implícita de interpretarla y de llegarla a aplicar en la operativa diaria, a lo que se suman las discrepancias de interpretación existentes entre las distintas Aduanas”. Añadió que el CAU da un protagonismo máximo a la Aduana y al OEA, “que es la estructura dorsal del Código”.

Alejandro Arola terminó diciendo que “con el CAU, las mayores oportunidades que se nos abren son: la armonización de actuación y de interpretación de todas las Aduanas de la UE –asignatura pendiente– o las opciones de negocio con el Despacho Centralizado europeo –por ejemplo, a partir de 2020 se podrá despachar desde Barcelona mercancía que esté situada en cualquier aduana de la UE”. Otro escenario interesante es según Alejandro Arola, el Brexit, porque para los operadores “se abren oportunidades de negocio y de hacer cosas a nivel aduanero, de asesoramiento y de gestión, aunque también plantea posibles amenazas”.