El miércoles 12 de abril, Alfredo Serrano, director nacional para España de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), fue el invitado en el almuerzo-coloquio organizado por el Propeller Barcelona.
Alfredo Serrano empezó su exposición dando algunos datos del sector de los cruceros, una industria que en España movía antes del Covid unos 30 millones de pasajeros anualmente, “una cifra que se espera que se repita este año”. La flota está compuesta por unos 300 barcos y son cuatro las compañías o grupos (Carnival, Royal Caribbean, MSC y Norwegian) que, bajo distintas marcas, “representan casi el 90% del mercado”.
Añadió que el primer mercado emisor de cruceros es Estados Unidos y que España era, antes del Covid, el cuarto. Respecto a las principales áreas en las que se realizan rutas de cruceros indicó que son el Caribe, en primer lugar, seguido del Mediterráneo y el norte de Europa, “aunque Oriente Medio está creciendo mucho y el mercado asiático parece que se está empezando a recuperar”.
A continuación, el director de CLIA se refirió a Barcelona por ser el primer puerto base de cruceros y de movimiento de pasajeros en Europa y, en este sentido, quiso destacar algunos datos del estudio “El impacto de la actividad de cruceros del Port de Barcelona sobre la economía catalana”, elaborado en 2016 por la Universitat de Barcelona. Según este informe, la facturación de este sector en Cataluña supera los 1.100 millones de euros y genera más 9.000 puestos de trabajo, además de contribuir positivamente en otros sectores como el de la restauración, el hotelero o el pequeño comercio.
Asimismo, el crucerista “es un turista con alto poder adquisitivo” y, además, en el puerto de Barcelona, al ser un puerto base, su gasto diario “es de unos 237 euros, el doble que un turista promedio”. El turismo de crucero representa sólo el 4,1% del turismo total que recibe la ciudad Condal.
A continuación, quiso referirse a las iniciativas del sector de los cruceros en materia de sostenibilidad, exponiendo que, en el ámbito de las terminales, las compañías hacen importantes inversiones para “desarrollar terminales innovadoras y sostenibles”.
Respecto a la descarbonización de la actividad de la industria de los cruceros, Alfredo Serrano señaló la apuesta clara y decidida del sector por el gas natural licuado (GNL), un combustible más sostenible que permite eliminar las emisiones de óxidos de azufre y reducir la emisión de partículas en suspensión (PM) más de un 95% y de óxidos de nitrógeno en un 85%. “Cada vez más barcos utilizan GNL y este será la principal fuente de propulsión de la mayoría de los barcos de crucero que están en construcción”, indicó Serrano, añadiendo que según cálculos de CLIA, “el 35% de la capacidad que operará en Barcelona en 2023 ya está propulsado por GNL”.
Por otro lado, el responsable de CLIA también se refirió al proyecto de electrificación de los muelles que tiene en marcha el Port de Barcelona. “El sector de los cruceros apoya y acompaña este proyecto” y, cuando las terminales de cruceros del puerto estén electrificadas, “prácticamente desaparecerán las emisiones aéreas causadas por los barcos cuando estén atracados”. En este sentido, el 40% de la flota de buques de crucero está dotada con la tecnología necesaria para conectarse a la red eléctrica, incrementándose esta cifra hasta el 75% en 2028.
En el caso de Barcelona, a partir de 2026, se podrán conectar a la red eléctrica en los muelles hasta cinco barcos de crucero de forma simultánea.
Finalmente, Alfredo serrano también explicó otras iniciativas de carácter medioambiental de las compañías de crucero como, por ejemplo, la apuesta por la economía circular, dado que cuentan con procesos para eliminar, reutilizar, reciclar y transformar en energía los desechos que se generan en los barcos. Además, la gestión de las aguas residuales también es otra importante iniciativa, estando previsto que el cien por cien de los barcos en cartera de construcción cuenten con sistemas avanzados de tratamiento de las aguas residuales.
Las líneas de cruceros también invierten en el desarrollo de combustibles marinos sostenibles entre los que se incluyen biocombustibles avanzados, biometanol y carburantes sintéticos.