Belén Wangüemert empezó explicando que a finales del año 2005 Royal Caribbean decidió tener oficina propia en España. Por aquel entonces la compañía Latitud 4 representaba a la naviera de cruceros, cuyos barcos ya escalaban en el puerto de Barcelona, siendo el principal puerto de embarque en el Mediterráneo.
En el 2006 Royal Caribbean "quería traer al Mediterráneo el crucero que en esos momentos era el más grande del mundo, el 'Voyager of the Seas', lo que hizo decidir a la naviera a comprar a Latitud 4 la unidad de negocio de Royal Carbbean y abrir su propia oficina".
La Directora General de Royal Caribbean para España y Francia también se refirió al mercado de cruceros que, según datos de CLIA, mueve unos 21 millones de personas al año. Royal Caribbean tiene una cuota de mercado del 20%, con unos 4 millones de pasajeros. Por lo que respecta al mercado de cruceros en Europa, éste representa unos 6 millones de cruceristas anualmente y se trata de un mercado que ha crecido respecto al año pasado en torno a un 4%, mientras que el mercado global lo ha hecho sobre un 2%.
Según Belén Wangüemert, "en España la visión es distinta porque lleva dos años de decrecimiento, en torno a un 18%, a pesar de haberse incrementando sustancialmente en años anteriores". Asimismo, España es actualmente el 5º a nivel europeo, después de Inglaterra, Alemania, Italia y Francia.
Para Wangüemert, un motivo de esta contracción ha sido la crisis económica que afecta al consumidor y al turismo, pero otro motivo ha sido el decrecimiento de la capacidad de las compañías de cruceros en el mercado europeo. Ahora, las compañías de cruceros "hemos conseguido empezar a revertir la tendencia negativa de los precios ya que, realmente, la batalla no está en el volumen que ofertamos las compañías, sino en nuestra rentabilidad".
Royal Caribbean empezó el año pasado a hacer un esfuerzo importante y "conseguimos incrementar nuestra media de precios de forma significativa, tendencia que este año continua siendo positiva. También optamos por reducir volumen en España y en Europa y hemos intentado afrontar el reto de la rentabilidad intentando ser más eficientes en nuestros costes operativos, sobre todo en tierra, pero siempre protegiendo la calidad del producto".
Royal Caribbean, que también opera otras marcas, siempre se ha caracterizado por la innovación en los barcos. Actualmente tiene una flota de 22 barcos, y 5 más en construcción, dos de la clase Quantum, con 4.500 pasajeros, que son barcos muy tecnológicos porque, por ejemplo, tienen balcones virtuales en aquellos camarotes que dan al interior y un observatorio a 90 metros de altura sobre el mar. La compañía "siempre ha apostado por seguir invirtiendo, incluso en tiempos de crisis", añadió.
Por lo que respecta al puerto de Barcelona, Belén Wangüemert dijo que para Royal Caribbean, "Barcelona es un puerto muy importante, por su vínculo con la ciudad y por ser parte de nuestro crecimiento y de nuestra visión de futuro; desde 1996 siempre hemos tenido barco en Barcelona. Ahora operamos con el 'Liberty of the Seas' y en septiembre tenemos dos escalas del 'Oasis of the Seas', que es el más grande del mundo, con 6.000 pasajeros. Por otro lado, en 2015 vamos a tener en Barcelona el barco gemelo del 'Oasis', el 'Allure of the Seas', que representa incrementar la capacidad en un 48%", con lo que "Barcelona sigue siendo un puerto puntero para Royal Caribbean y el puerto de referencia"tal y como lo demuestran las 23 escalas y los aproximadamente 150.000 cruceristas que embarcarán o desembarcarán en el puerto de Barcelona, circunstancia que generará un impacto económico de unos 17 millones de euros para la ciudad.
Para finalizar, Belén Wangüemert quiso destacar que "Royal Caribbean apuesta por la calidad y la innovación en los barcos, y seguirá contando con Barcelona como puerto base principal en Europa".