El martes 14 de septiembre, Damià calvet, presidente del Port de Barcelona y socio de honor del Propeller Barcelona, fue el invitado en el almuerzo-coloquio organizado por el Club.
Damià Calvet resaltó en primer lugar que el asociacionismo, como es el caso del Propeller, “es una manera que tiene la sociedad civil para organizarse y, además de la relación entre personas, permite proyectar y defender los intereses de nuestro sector”. También quiso dejar constancia que el carácter transversal del Club es importante porque “de una sola mano conoces a muchos sectores que forman parte de la comunidad logística” y, por esta razón “vengo con la voluntad de escucharos”.
A continuación, se refirió a la actividad portuaria, destacando que el Port de Barcelona, como empresa pública, tiene que “crear las condiciones de infraestructuras y servicios para que las empresas privadas, como las vuestras, podáis desarrollar vuestra actividad, ya que sois los que movéis la economía y los que generáis empleo”. Por esta razón, “vamos a mantener un diálogo fluido y quiero escucharos para que podamos generar un progreso sostenible y aumentar el estado de bienestar para las futuras generaciones”. Añadió que “debemos reivindicar la cultura marítima y portuaria de Barcelona y su área metropolitana y lo podemos hacer con cifras”, como por ejemplo que hay cerca de 500 empresas, más de 35.000 personas trabajando en este entorno o que por el enclave pasan mercancías por valor de más de 68.700 millones de euros al año, además de mover entre 3.000 y 4.000 camiones cada día, y millones de toneladas de carga, TEUs, y cruceristas. Por lo que respecta a los tráficos, Damià Calvet dijo que los contenedores “van muy bien”, pero todavía hay tráficos que no se han recuperado de la misma forma, como “los graneles líquidos o los automóviles”.
“Pero no debemos quedarnos únicamente con las cifras”, indicó Calvet, sino también “con la actitud y el carácter de la comunidad logística”.
Seguidamente se refirió a la actividad logística, reivindicando que “además de ser una actividad tractora, tiene que ser sostenible y, cada vez lo es más porque la Comunidad Portuaria trabaja para ser más eficiente y respetuosa con el medio ambiente”.
Ello no quita que “debemos seguir demandando las infraestructuras necesarias” porque, por ejemplo “la Zona de Actividades Logísticas, que es una de las más destacadas del Port, se está quedando sin espacio y esto no nos lo podemos permitir” si queremos seguir siendo el principal hub logístico del Mediterráneo”, remarcó.
Finalmente, el presidente del Port de Barcelona reivindicó el papel de las nuevas tecnologías y recordó que “debemos alinear nuestra estrategia de crecimiento sostenible con la innovación, para conseguir procesos más eficientes”. En este sentido, “la transición energética, la movilidad sostenible y la economía circular son los drivers que, como puerto y como comunidad portuaria debemos tener muy claros”. Así, “aunque el GNL está muy bien, debemos mirar hacia el hidrógeno y el metanol” y, respecto a la energía fotovoltaica, dijo que “es una opción que hay que estudiar para seguir trabajando por un crecimiento sostenible”.
También se refirió a la actividad ferroviaria porque “queremos que la cuota ferroviaria tenga mucha más relación con nuestra actividad y para ello estamos trabajando en los nuevos accesos viarios y ferroviarios y en la nueva terminal ferroviaria, ubicada en el antiguo cauce del Llobregat, con una inversión prevista de 600 millones de euros”, afirmó.
Para alcanzar la sostenibilidad social, medioambiental y económica, “todos debemos pasar a la acción y alinearnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”. De esta forma “conseguiremos ser un smart logistic hub, y un espacio multidisciplinar y multimodal sostenible, ágil, resiliente y transparente”.