Francesc Rubiralta agradeció en primer el haber recibido el Premio del Propeller Barcelona catalogándolo de “un honor para la empresa y para todo el equipo humano que trabaja en Celsa, que ha puesto mucha dedicación y esfuerzo en hacer las cosas bien”.
A lo largo de su intervención explicó que el Grupo Celsa es una empresa familiar que “este año celebramos su cincuenta aniversario” ya que fue fundada en 1967 por el padre de Francesc Rubiralta, empezando como una pequeña empresa dedicada a la laminación. Actualmente “Celsa factura unos 3.800 millones de euros y en ella trabajan más de 9.000 personas y cuenta con más de 130 centros de producción en toda Europa”.
Francesc Rubiralta definió a Celsa como “una empresa de economía circular” porque “somos el primer reciclador de España y, respecto a nuestros competidores, estamos mirando si también lo somos de Europa”. A partir de la chatarra “producimos acero, principalmente para el sector de la construcción y el de la automoción”.
El Presidente de Celsa también explicó dos curiosidades más; Celsa “es el tercer consumidor de energía eléctrica en España y somos el uno por ciento de las exportaciones de bienes industriales en España”.
Los 50 años de historia de Celsa han conllevado que la empresa pasara por “momentos dulces y no tan dulces”. Así, del 2007 al 2012, el mercado español que representaba para Celsa “el 70% de nuestras ventas cayó un 90%; es decir, de cada diez clientes, nueve desaparecieron, lo cual nos forzó a buscar nuevos clientes en nuevos mercados y nos obligó a exportar”. El resultado es que actualmente el Grupo Celsa “mueve más de 20 millones de toneladas por tierra (ferrocarril y carretera) y mar (4,5 millones de toneladas), ya sean materias primas o producto acabado”.
Añadió que “lo que nos ha pasado, nos ha obligado a dar lo mejor de nosotros mismo y hemos aprendido que hay que ser muy competitivo en casa para poder acercarnos a otros destinos”. Según Francesc Rubiralta, para Celsa “es muy importante que el transporte y todo el engranaje marítimo sea no sólo competitivo sino también eficiente y se ajuste cada vez más a las nuevas tecnologías”.
Finalizó su intervención destacando que Celsa es una empresa “que se define por sus valores y que son seis: la honestidad, la humildad, la perseverancia, que sea creativa, somos inconformistas y huimos de los individualismos porque trabajamos en equipo”. Añadió que “tenemos una pasión enorme por el acero pero como no sabemos si dentro de cien años se seguirá construyendo con este material, buscaremos el camino para seguir ofreciendo soluciones a nuestros clientes”.