El martes 9 de mayo, Jordi Domingo i Garcia-Milà, Cónsul mayor del Consolat de Mar, fue el invitado en el almuerzo-coloquio organizado por el Propeller Barcelon
Jordi Domingo explicó los fundamentos de esta institución creada hace 750 años “que se conoce y se venera más afuera que no en nuestra casa” como, por ejemplo, “en Londres, Nueva York o Helsinki”.
El Consolat de Mar se creó en la Edad Media y pertenecía a la Corona catalano-aragonesa. “Fue la cuna del Derecho marítimo reconocida a nivel internacional”, señaló Jordi Domingo, añadiendo que la institución “fue la autora del primer código de comercio internacional que existió en el mundo, que es el libro “Consolat de Mar’, que fue una norma jurídica que recogía los usos y costumbres de todos los puertos del mundo y que estuvo vigente a nivel global desde el siglo XIII hasta el XIX”. Como curiosidad, Jordi Domingo remarcó que “en 1908 todavía encontramos sentencias, concretamente en Nueva York, que desestiman pretensiones por no respetar los usos y costumbre del libro del Consolat de Mar de Barcelona”.
La institución llegó a tener 80 Consulados repartidos por el Mediterráneo y 120 en todo el mundo, puntos en los que se articulaban zonas francas y se aplicaba exclusivamente el Derecho de la Corona catalano-aragonesa.
El Consolat de Mar celebra este año 2023 su 750 aniversario y, para conmemorarlo, los días 25, 26 y 27 de octubre tendrá lugar en Barcelona un Congreso Internacional de mediación y arbitraje.
Respecto al futuro, Jordi Domingo explicó los tres grandes proyectos que se están desarrollando desde el Consolat de Mar.
Por un lado, y vinculado a la universidad, se está trabajando en la puesta en marcha de una Cátedra del Consolat de Mar para formar a árbitros y mediadores internacionales.
Otro de los proyectos está vinculado con las 400 Cámaras de Comercio que hay en el Mediterráneo, las cuales han pedido al Consolat de Mar “que sea el centro coordinador de todos los tribunales arbitrales y centros de mediación de toda la región mediterránea, en la que confluyen tres continentes, para llegar a ser un lobby internacional”.
El tercer proyecto está relacionado con la digitalización de la actividad del transporte marítimo internacional. En este ámbito, el Consolat de Mar, junto a otras instituciones, entidades y empresas nacionales e internacionales, ha empezado a trabajar para liderar el desarrollo del Bill of Lading digital a nivel mundial.
Para finalizar, el Cónsul mayor del Consolat de Mar, reivindicó que es necesario e imprescindible que esta institución recupere el papel de liderazgo que tuvo durante muchos siglos y que ello contribuya a que “Barcelona pueda convertirse en un referente mundial al servicio de la sociedad, del comercio y de los sistemas alternativos de resolución de conflictos”.