El jueves 7 de mayo, el Propeller Club de Barcelona organizó un segundo coloquio web bajo el título "Retos del teletrabajo en tiempos de covid y post-covid".
En esta ocasión los ponentes fueron: Santiago Gómez, de Solport y socio del Club; Mónica Comas, de DB Schenker y socia del Club; Mónica Jiménez, de Tm2 y socia del Club; y Tania Sancho, de Meana, Green & Maura.
El tema de este coloquio web se bordó desde tres perspectivas: la técnica, que expuso Santiago Gómez; la legal, que expusieron Mónica Comas y Tania Sancho; y la de empresa usuaria, a cargo de Mónica Jiménez.
La primera intervención fue la de Santiago Gómez que presentó las soluciones tecnológicas de ayuda al teletrabajo.
Indicó que los puntos principales a tener en cuenta son: las características de los equipos, preferiblemente corporativos; implantar antivirus y firewalls corporativos, así́ como conexiones VPN; disponer de pantallas de alta calidad, con webcam y micrófono para horarios de 8 horas de teletrabajo; tener una conexión a internet de alta velocidad y con disponibilidad completa; priorizar la digitalización de documentos, tener acceso al correo corporativo en diferentes dispositivos; contar con otros equipos de ofimática también corporativos y realizar backups de los equipos, con servicios de help desk que permitan solventar incidencias.
Por lo que respecta a la telefonía fija, Santiago Gómez propuso tres opciones: utilizar centrales virtuales IP que permiten conectar el teléfono a cualquier conexión a Internet y funcionar “como si estuviéramos en la oficina”; utilizar Softphone o software en el PC o el portátil “que sea capaz de emular nuestra propia extensión”; o utilizar las mismas herramientas que se utilizan para las reuniones como extensiones de telefonía fija, poniendo como ejemplo dotar a Microsoft Teams con un número de teléfono fijo y “olvidarnos para siempre de nuestros operadores de teléfono actuales”.
Respecto a las reuniones virtuales, Santiago Gómez señaló que “no nos queda más remedio que adaptarnos”, pero “tiene pros y contras”. Lo positivo es que “nos evitan costes importantes y tiempos de desplazamientos” y, además, “las reuniones son más claras y concisas y, con ello, más eficientes”. La parte negativa de las video reuniones es que son “más frías al perderse el contacto, pueden causar la pérdida de atención de algunos participantes y requiere equipos de trabajo tecnológicamente preparados”.
“No nos queda más remedio que adaptarnos a las reuniones virtuales que nos evitan costes importantes y tiempos de desplazamientos pero que son más frías porque se pierde el contacto humano”
Por todo ello, Santiago Gómez recomendó utilizar herramientas seguras y también disponer de un equipo de soporte técnico y de un repositorio de atenciones para “poder acceder a una base de conocimiento de las diferentes consultas que hayan podido realizar nuestros compañeros".
Terminó diciendo que “productividad y horario de trabajo son términos diferentes” y “si no disponemos de herramientas que puedan medir la productividad personal, las herramientas de control horario cumplirán únicamente su función normativa”.
A continuación, intervino Tania Sancho, de Meana, Green & Maura, que explicó con detalle qué es el teletrabajo, un tipo de actividad regulada por el artículo 3 del Estatuto de los Trabajadores. Este término significa que “se trabaja a distancia y se presta la actividad laboral en el domicilio del trabajador o en el lugar elegido por éste”. Además, indicó que “debe formalizarse por escrito un acuerdo entre empresa y trabajador” y que “se conservan los mismos derechos que el resto de los trabajadores del centro de trabajo”. También recalcó que la empresa “está obligada a facilitar todos los medios materiales y formativos” y debe también establecer medidas de “protección en materia de seguridad y salud”. Añadió que, “aunque el Estado de Alarma impuso el teletrabajo como medida preferente, éste debe estar consensuado entre empresa y empleado".
Por otro lado, Tania Sancho explicó que, pese a ser el teletrabajo una medida temporal derivada de la situación de emergencia, puede suceder que se implante definitivamente pero siempre “en caso de acuerdo entre empresario y trabajador”.
“Puede que el teletrabajo sea una medida temporal derivada de la situación de emergencia, pero también puede suceder que se implante definitivamente, aunque para ello deberá haber un acuerdo entre empresario y trabajador.”
A continuación, se refirió a las condiciones del teletrabajo, resaltando que deben establecerse procedimientos y métodos de trabajo (correos electrónicos, llamadas telefónicas, videoconferencias, archivos virtuales, etc.). También, en caso de que haya algún desplazamiento puntual al centro de trabajo, tiene que haber una autorización empresarial y poner a disposición del trabajador de los medios de protección.
Otros aspectos a tener en cuenta son: el registro de jornada y descansos; las vacaciones y permisos; la retribución, con una posible supresión de los gastos inherentes a la prestación presencial) o el coste de medios necesarios para la prestación del servicio (equipos, soporte informático, suministros, póliza de seguro, etc.).
Respecto al lugar de trabajo, Tania Sancho dijo que las condiciones tienen que ser indicadas por el Servicio de Prevención y que el trabajador puede consentir, auqnue de forma expresa, que se hagan inspecciones periódicas empresariales.
Finalizó diciendo que también “deben adoptarse medidas de prevención de riesgos laborales (Seguridad, Higiene, Ergonomía, Psicosociología y Medicina del Trabajo), debe haber formación y promoción profesional, tienen que poder utilizarse los equipos de trabajo corporativos y personales y, por supuesto, tiene que haber una protección de los datos.
La tercerea intervención fue la de Mónica Comas, de DB Schenker que empezó diciendo que “todas las empresas se han visto obligadas a improvisar, pero el teletrabajo ha venido para quedarse”. Según la abogada, el teletrabajo "ha supuesto un reto para las empresas, que nos hemos tenido que actualizar y adaptar a la situación", pero el objetivo principal de las compañías ha sido el de salvaguardar la salud de los empleados y mantener el negocio".
Por ello, dio una serie de recomendaciones desde el punto de vista empresarial y tanto para las empresas como para los empleados. Para las primeras, que “necesitan asegurar la continuidad de su negocio a pesar del teletrabajo”, Mónica Comas aconsejó crear un comité́ de crisis, establecer un responsable de gestión, realizar reuniones periódicas durante el Covid-19, analizar los riesgos y establecer un plan de actuación.
Para los empleados, cuyo objetivo es “minimizar el contagio y garantizar, en la medida de lo posible, su salud”, Comas recomendó establecer campañas de concienciación y sensibilización, identificar y evaluar los riesgos segregados por división de negocio/personal y disponer de un manual de actuación.
“El teletrabajo tiene aspectos positivos, como que permite conciliar la vida laboral y familiar, reducir costes a las empresas y aumentar la productividad, pero en la fase de reincorporación presencial al trabajo será imprescindible establecer medidas de protección y concienciar y sensibilizar a todo el personal.”
Para Mónica Comas, el teletrabajo tiene aspectos positivos, como por ejemplo que “permite conciliar la vida laboral y familiar, reducir costes a las empresas y aumentar la productividad". Por esta razón, una vez superada la etapa de crisis sanitaria, habrá que establecer un plan de recuperación en las empresas, que se tendrán que ir adecuando en función de las circunstancias, que son inciertas. Un primer paso es el de diseñar un plan de reincorporación por fases, combinando trabajo presencial y a distancia. Además, “será imprescindible establecer medidas de protección y concienciar y sensibilizar al personal porque “cuando nos incorporemos pueden producirse nuevamente picos y las empresas y empleados deberemos adaptarnos a las nuevas circunstancias".
La última intervención fue la de Mónica Jiménez, de Tm2, que comentó que “en nuestra empresa hace más de 10 años que aposamos por la conectividad de nuestros empleados y, por ello, aplicamos todo lo necesario para poder trabajar desde cualquier punto”. Además, siempre “hemos mantenido y actualizado las herramientas que nos permiten teletrabajar”.
El hecho de que la empresa estuviera preparada no ha provocado ninguna situación "traumática" entre los empleados porque “están acostumbrados a teletrabajar cuando así́ lo requieren y necesitan”. Y añadió que en Tm2 son flexibles y apuestan por que el trabajo se realice con calidad y productividad “y no por estar más horas delante de una pantalla".
“El teletrabajo es una herramienta por la que debemos apostar en un futuro porque nos permite ser más eficientes y porque el hecho de no tener que ir físicamente al trabajo se traduce en menos desplazamientos y una menor contaminación.”
Mónica Jiménez quiso añadir ciertas ventajas del teletrabajo, como por ejemplo que “nos permitirá mejorar la eficacia, siendo una herramienta por la que debemos apostar en un futuro. Otra de sus ventajas está relacionada con el respeto al medio ambiente. "El no tener que ir físicamente al trabajo se traduce en menos desplazamientos y, por tanto, menos contaminación". Sin embargo, uno de los inconvenientes de trabajar desde casa es el papel; para Mónica Jiménez “tener procedimientos con papeles quita eficacia al teletrabajo".
Finalmente quiso destacar que "no es lo mismo el teletrabajo durante el Covid-19 que en un día normal". Por lo que se trata de "una herramienta que debe seguir utilizándose y que las empresas debemos apostar por ella", concluyó.