El martes 14 de enero, José Alberto Carbonell, presidente del Port de Barcelona y también socio de honor del Propeller Barcelona, fue el invitado en el almuerzo-coloquio organizado por Club.
Empezó haciendo una valoración de lo acontecido a lo largo del 2024, destacando la celebración de la Copa América de Vela, que permitió a la Autoridad Portuaria acelerar muchas inversiones para poner al servicio de la comunidad portuaria y de la ciudad distintos nuevos espacios y edificios como, por ejemplo, los Tinglados del muelle Oriental. Todo ello, “nos ha permitido transformar el Port Vell”, destacó el presidente.
Seguidamente abrió el capítulo de la sostenibilidad, “una cuestión que afecta a toda la sociedad, a la economía y a la industria marítima y portuaria”. En 2024, se consiguió “un avance relevante, ya que realizamos la primera operación suministro eléctrico mediante OPS a un portacontenedor”. Ello fue un reto “desde un punto de vista inversor y tecnológico”. El proyecto de electrificación de los muelles del puerto va a suponer una inversión cercana a los 200 millones de euros “que harán posible que, en 2030, los cruceros, los portacontenedores y los ferris puedan conectarse a la red eléctrica”. En este sentido, también destacó la electrificación de la maquinaria portuaria que trabaja en las terminales, así como el desvío de todo el tráfico de cruceros al muelle Adossat, alejándolo de la ciudad y permitiendo abrir nuevos espacios a la ciudadanía.
Para el presidente del Port de Barcelona, el año 2024 también dejó una noticia importante que supuso un paso definitivo en una infraestructura vital para el puerto: “la firma del acuerdo para desarrollar los accesos viarios y ferroviarios, tras más de 30 años de intentarlo”. Para Carbonell, “poner a todas las administraciones de acuerdo en el trazado, en cómo será la obra, en la licitación de los proyectos constructivos y con un acuerdo en cuanto a la financiación ha sido un paso primordial”. La inversión en los accesos será de 730 millones de euros, una parte asumidos por la APB, y “nos permitirá afrontar el futuro del Port de Barcelona”.
Por otro lado, y de cara al 2025, José Alberto Carbonell se refirió a otros aspectos que también son relevantes para el futuro de la infraestructura como, por ejemplo, la ampliación de los calados en la zona Sur del puerto, que permitirán “que vengan a Barcelona buques de mayor capacidad y nuevas líneas marítimas”. Actualmente, el calado es de 16 metros, y ya se está llevando a cabo el estudio del impacto medioambiental para poder incrementarlo.
Otro reto que señaló el presidente, más allá del 2025, es la necesaria “compatibilidad entre dos infraestructuras como son el puerto y el aeropuerto”. Ambas “son esenciales para la economía de la región” pero hay “limitaciones operativas”, como interferencias en radares y restricciones de altura de las grúas del puerto, que se están intentado resolver para no limitar la actividad de ninguna de las dos infraestructuras. En este sentido subrayó la importancia de que puerto y aeropuerto sigan trabajando para potenciar sinergias tanto el tráfico de mercancías como de pasajeros, especialmente en el sector de los cruceros.
Para terminar, el presidente del Port de Barcelona informó que este 2025 “se han puesto en marcha diversos grupos de trabajo que se están encargando de redactar el nuevo Plan Estratégico 2026-2030”. Este documento “se elaborará con la participación de la comunidad portuaria de Barcelona” y se dará especial atención a aquellos puntos que más la pueden afectar.








