Bajo el título “La situación actual de las pymes y los autónomos en Catalunya”, Miquel Camps explicó que la patronal de la pequeña y mediana empresa de Catalunya tiene 115.000 socios pero que en realidad “representa a las 500.000 pymes que hay en Catalunya”. La entidad, que tiene un presupuesto de 15 millones de euros, está plenamente dedicada a “defender, representar y dar soporte a todas las pymes catalanas y a los autónomos”. También recordó que “las pymes representan el 99,8% de las empresas en España”.
Abordó a continuación los problemas que actualmente tienen las pequeñas y medianas empresas, señalando que “a pesar de que muchas lo hacen bien, acaban cerrando y ello es debido a la morosidad, que es la primera causa del cierre de empresas”. Según Camps, hay algunos que no pagan, pero más grave es todavía aquellos que pagan muy tarde y puso como ejemplo a las empresas del Ibex 35 que pagan a unos 171 días de media. Para una pyme “es muy difícil aguantar esto porque es una asfixia financiera”. Por ello desde PIMEC “impulsamos la ley sobre morosidad que obliga a pagar en un plazo de 30 días y con un máximo de 60 días”. Pero el problema según Camps es que “una vez hecha y aprobada la ley, no existe ningún régimen sancionador”, motivo por el cual muchos se saltan esta ley y no la cumplen porque saben que no van a ser sancionados por no cumplir con los plazo de pago.
Otro problema grave que tienen las pymes es el acceso a la financiación. Para Camps, hay muchos emprendedores, especialmente jóvenes y ya sean autónomos o pymes, que no consiguen el capital necesario para sacar adelante sus iniciativas empresariales por muy buenas y viables que éstas sean; “nadie les ayuda” y los bancos no se arriesgan a dejar dinero si la empresa no tiene un recorrido mínimo de dos años, sentenció Camps. Por ello, el 90% de los emprendedores o pymes "caen durante esos primeros años de existencia, precisamente debido a que por su tamaño no pueden crecer ni competir en igualdad de condiciones con otras empresas más grandes o multinacionales".
Para las pymes también es un problema “la burocracia administrativa”; según Miquel Camps “cada comunidad autónoma, cada ciudad, incluso cada distrito de esa ciudad tiene normativas distintas y trámites burocráticos dispares y no homogéneos. La ventanilla única que nos prometen en cada una de las elecciones aún la estamos buscando”. El hecho de que esta ventanilla única no exista “es un gran freno” para las pymes y ello no quiere decir “que no tengan que haber controles e inspecciones”.
El vicepresidente de PIMEC también habló de otros problemas que afectan a las pymes: la falta de flexibilidad del sistema para que las empresas puedan afrontar retos puntuales, como lo sería contratar personal extra para una campaña de producción concreta; el miedo al fracaso, que se deriva de esa falta de flexibilidad, o el elevado precio de la energía. “Tenemos la energía más cara de Europa”, indicó Camps, añadiendo que muchas empresas no ponen en marcha turnos nocturnos debido al coste de la energía.
Miquel Camps también se refirió a otros inconvenientes que subsisten en algunas pymes de carácter familiar, a las que “les cuesta saber crecer, les cuesta contratar a alguien mejor que ellos, les cuesta asociarse, les cuesta buscar sinegias, les cuesta confiar en la gente...” Añadió Camps que en este tipo de empresas también es habitual fijarse mucho en los errores, en buscar al culpable, en vez de trabajar para que ese problema no vuelva a producirse.
El sistema educativo, según Camps, también influye en el ámbito de las pymes: “en las escuelas no se enseña a pensar ni a razonar y ello hace que nos estemos dejando a muchos emprendedores por el camino”. También en el ámbito de la universidad “deberían potenciarse más aquellas carreras o estudios que tengan realmente una salida profesional” y añadió que también es necesario “dignificar la formación profesional” para entender que una persona “siempre debe estar formándose si quiere mantenerse activo en el mercado laboral. Hace falta talento y no se encuentra”.
Finalmente se refirió a los autónomos, alegando que “es una modalidad que también debemos dignificar porque es parte del futuro de nuestro país”, pero es viable “para aquel que tenga talento y esté muy bien formado”.
Terminó diciendo que “tenemos un gran ecosistema empresarial, con ganas de hacer cosas y que están teniendo éxito y, por tanto, si vamos juntos, unidos y asociados, somos imparables”.
