Bajo el título “El impacto del Brexit en el sector logístico desde el punto de vista regulatorio”, Victoria Clemente y Natalia Centella abordaron diversas cuestiones vinculadas al Brexit que afectan al sector del transporte y la logística.
En primer lugar habló Victoria Clemente para explicar el marco general del Brexit y lo que ha venido pasando desde el 29 de marzo de 2017, cuando el Reino Unido notificó su intención de retirarse de la UE, en virtud del mecanismo que establece el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea.
A partir de ese momento se puso en marcha un proceso negociador entre los negociadores designados por ambas partes, que llevaron al acuerdo firmado el 14 de noviembre de 2018, ratificado el 25 de noviembre por el Consejo de Europa.
Sin embargo, “no todo es tan fácil”, expresó Clemente, ya que “el artículo 50 del Tratado de la Unión establece que este acuerdo que se alcanzó en noviembre de 2018 debe ser ratificado, de acuerdo con sus exigencias constitucionales, por parte del Estado Miembro que haya solicitado su retirada de la UE”. Y, en el caso del reino Unido, “tiene que ser aprobado por su Parlamento”, lo cual “todavía no se ha producido y estanos en una situación de bloqueo”.
El artículo 50 prevé que, si se llega a un acuerdo, se abra “otro período de dos años para negociar los términos en los que efectivamente se realizará esta salida”. Durante estos dos años, al Reino Unido “se le aplicará toda la normativa comunitaria”, pero sin embargo “no podría participar en las decisiones de la Unión”; y esta es precisamente “la clave”.
Otro hecho implícito en el artículo 50 es que a partir de los dos años de la notificación, es decir, el 29 de marzo de 2019, el Reino Unido “pasaba a ser un tercer país”. Esta fecha se prorrogó hasta el 12 de abril y, de momento, “si no hay acuerdo”, el sábado 13 de abril Reino Unido será un tercer país a todos los efectos”.
Victoria Clemente añadió que “según información de hoy mismo, parece ser que el parlamento británico ha aprobado una ley que obliga a Theresa May a solicitar una nueva prórroga que, según se dice, será hasta el 30 de junio”.
Impactos del Brexit en el sector comercial
A continuación Victoria Clemente desganó cómo va a afectar el Brexit al sector comercial, del que el transporte es una de las piezas fundamentales. En cuanto a importaciones y exportaciones, la salida del Reino Unido de Europa va a tener una gran trascendencia y un fuerte impacto; por ello “todas las empresas tendrán que analizar detenidamente cómo les va a afectar”.
Y dio una serie de cifras, como por ejemplo que en el ranking de las exportaciones españolas, el Reino Unido es el quinto país receptor de éstas por un valor de unos 18.000 millones de euros y que Catalunya exporta al Reino Unido por valor de 4.000 millones de euros.
De estas exportaciones, “más del 57% se hacen por carretera, el 23% por vía marítima, el 10% por vía aérea y el 8% por ferrocarril”. Añadió que “el Brexit va a tener un impacto directo en aduanas, porque se van a restablecer fronteras y porque seguramente se van a imponer de nuevo controles sanitarios y fitosanitarios para determinadas mercancías”. También habrá que tener en cuenta que en las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea “dejarán de aplicarse los Tratados de la Unión y las relaciones comerciales pasarán a regirse por las normas de derecho internacional, básicamente las normas de la Organización Mundial del Comercio”.
Así pues, los principales impactos se van a producir en relación al restablecimiento de fronteras y controles en aduanas, aunque “el sector de los agentes de aduanas es el que menos disgustado está por ello”.
Por lo que respecta al ámbito regulatorio, Victoria Clemente indicó que “hemos detectado que puede haber impacto en cuanto a: requerimientos técnicos, resolución de disputas, reconocimiento de licencias y certificados, movimiento de trabajadores, etc. Asimismo añadió que “habrá serias limitaciones a la hora de realizar operaciones de cabotaje por parte de transportistas extracomunitarios, que serán los del Reino Unido”.
Clemente quiso dejar muy claro que “todo ello va a implicar un amento del tiempo y, consecuentemente, de los costes”. Por tanto, lo que se está intentando hacer desde todas las Administraciones de los estados Miembro desde la Comisión Europea es “concienciar a las empresas para que se vayan adaptando”.
Se refirió en particular al Real Decreto Ley 5/2019 que ha adoptado España sobre medidas de contingencia para una salida del Reino Unido, así como de otros acuerdos que establecen medidas para que las empresas se vayan adaptando al nuevo escenario, como es el caso de la “Finestreta Brexit” que ha puesto en marcha ACCIÓ, entidad de la Generalitat de Catalunya, y que permite a las empresas autoevaluar su situación respecto al impacto del Brexit en sus organizaciones.
Asimismo, la Comisión Europea ha elaborado una serie de documentos que pueden servir de guía a las empresas para adaptarse ante el Brexit. En relación al transporte y el comercio, Victoria Clemente señaló que hay guías sobre sectores como el transporte y la seguridad aérea, la protección aérea y marítima, el transporte por carretera y ferrocarril, la cualificación de los trabajadores del mar, el transporte marítimo, los productos industriales, las licencias de exportación e importación y la protección de consumidores y pasajeros.
En transporte terrestre, el Brexit puede suponer “importantes restricciones para el transporte internacional por carretera”. Por ello, la Comisión y los Estados de la UE se están planteando establecer “una prórroga en el reconocimiento y vigencia de determinados certificados y licencias (permisos de conducir, certificados de competencia de los operadores de transporte, etc.) que sería de unos nueve meses y bilateral, y que evitaría el colapso”.
En transporte marítimo, la Unión Europea “está trabajando” en la modificación de dos Reglamentos. Por un lado, el referido al reconocimiento de organizaciones de inspección y peritaje de buques y, por otro, el referido al mecanismo “Connecting Europe” que atañe a la conexión de las diferentes infraestructuras de transporte y nodos logísticos dentro de Europa. Hasta la fecha se contaba con los puertos del Reino Unido, pero con el Brexit, y por ejemplo en el corredor entre el Mar del Norte y el Mediterráneo, se va prescindir de los puertos británicos.
En materia de seguridad marítima, Victoria Clemente explicó que se incrementarán los controles a los buques a su entrada en puertos europeos y del Reino Unido, exigiéndoles la presentación de determinada documentación sobre, por ejemplo, la tripulación o los pasajeros, aunque sean servicios marítimos de línea regular.
Finalmente, se refirió al transporte aéreo, indicando que la licencia comunitaria de las líneas aéreas “exige que el 50% del capital de la aerolínea pertenezca a la Unión Europea”. Por ello, puede darse el caso que ciertas aerolíneas, como IAG en la que se incluye Iberia, “pierdan su licencia comunitaria” y no puedan volar por Europa de no cambiar las condiciones de su capital.
Medidas de contingencia para reducir los efectos del Brexit
A continuación tomó la palabra Natalia Centella para hablar del Real Decreto Ley 5/2019 que ha adoptado España sobre medidas de contingencia ante la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, si no se llega a un acuerdo.
El objetivo de esta norma es “preservar los derechos de los ciudadanos y de las empresas españolas con intereses económicos con Reino Unido”.
Por ello, parte de dos principios; el primero que es una norma “temporal que intenta facilitar el tránsito del régimen actual al régimen fututo” y, en segundo lugar, que está sometido a la “reciprocidad”, es decir, “se establece un período durante el cual se van a aplicar las medidas pero Reino Unido debe reconocerlas”. Así, se da un plazo de dos meses desde la entrada en vigor del Real Decreto para que las autoridades británicas “reconozcan los mismo derechos que se van a reconocer en España a los ciudadanos y empresas del Reino Unido”.
El Real Decreto aglutina normativas en muchas materias diferentes, como acceso y ejercicio de una actividad profesional; permisos de conducción de vehículos, que se podrían canjear; aduanas, dándose permiso a las autoridades aduaneras para tramitar solicitudes de empresas interesadas en iniciar expedientes de aduanas; contratos y licitaciones públicas; transporte de mercancías y pasajeros, para el que cabría tener la licencia o permiso en cumplimiento de la reciprocidad; o transporte aéreo, en el que Reino Unido se consideraría un destino europeo y no internacional hasta el 28 de febrero de 2010.
Finalizó su intervención diciendo que a pesar de la incertidumbre “hay motivos para el optimismo por la tradición y cultura del Reino Unido que es una economía abierta al mercado”, lo cual hace pensar que el Brexit “tendría que acabar bien”. La preocupación sobre lo que va a ocurrir “pivota sobre tres ejes que nos pueden llevar a buen puerto”. Estos tres ejes son “la aplicación de sistemas de información avanzados que van a permitir que las operaciones de transporte sean mejores; un marco legal basado en acuerdos de colaboración con la Unión Europea, pasado el período transitorio; y una mejora de las infraestructuras, especialmente de las del Reino Unido, como el puerto de Dover, para que puedan absorber el volumen de transporte que hay actualmente”.
Invitados destacados
A este encuentro asistieron diversas personas invitadas por diferentes socios del Club, destacando la presencia de Galo Molina, Presidente de ALACAT, y de Blanca Guitart, directora de FETEIA, ambos invitados por Enric Ticó.