Bajo el título “Blockchain en la cadena de suministro”, Santiago Márquez explicó que esta nueva tecnología nació con el bitcoin, una criptomoneda que no se sabe ciertamente quien la creó, pero que lo que pretende hacer, basándose en la filosofía cripto-anarquista, es intercambiar valor con otros individuos sin que existan intermediarios de por medio, que generalmente “siempre se llevan algo por hacer ese intercambio”. Y “el mayor intermediario que existe en cualquier sociedad es el Estado”, que ejerce el control sobre los individuos “controlando el medio a través del cual se realiza el intercambio”, siendo el medio de los intercambios, “el dinero”.
Así pues, el Blockchain –cadena de bloques– nació como una tecnología para “quitar ese control monetario a los Estados” y, en consecuencia, “al no controlar el dinero, el Estado no puede aplicar políticas económicas y monetarias y, tampoco, cobrar impuestos”. En definitiva, según Santiago Márquez, “Blockchain es una tecnología que permite prescindir de intermediarios”, esencialmente “aquellos que no aportan valor en el proceso de intercambio de valor”.
Añadió que, actualmente, ya están apareciendo aplicaciones 3.0 que “son aplicaciones descentralizadas, en donde no existe un elemento central al que pertenezca la información”. Y para poder hacer eso, “la única tecnología que lo permite es Blockchain”.
Dado que el Blockchain permite suprimir intermediarios en una transacción, es una tecnología que, si se utiliza de forma privada (una Blockchain privada, a la que sólo se pueden conectar los usuarios que los administradores aceptan), sólo exige que haya “una infraestructura de red que pertenece a los integrantes de la red y que con ella se hacen más eficientes los procesos de intercambio de valor dentro de la red”.
A continuación se refirió a la aplicación del Blockchain en la cadena de suministro. Para Santiago Márquez, en una cadena de suministro, pueden existir “problemas de trazabilidad y transparencia” y el procesar documentos “cuesta el doble del coste del transporte, según Gartner”. Además, puede producirse “incumplimiento y violación de datos, así como retrasos en la cadena de suministro y fraudes”, sin olvidar que los sistemas actuales “se ejecutan en servidores centralizados, por lo que si el servicio se cierra, todos los interesados sufren”.
Por tanto, Blockchain es una tecnología que permite, entre otras coas, que dos o más entidades que no confían entre ellas puedan intercambiar valor, sin necesidad de un tercero de confianza, por un canal inmutable, ya que lo que está escrito en la Cadena de Bloques no puede alterarse ni modificarse; además, es una estructura descentralizada de datos.
Respecto a los beneficios del Blockchain, uno de ellos es la armonización, dado que “todas las partes deben aceptar que cada transacción sea válida: un pago, un almacenaje, un transporte o una entrega”. Además, permite el mantenimiento de los registros y todas las partes saben de dónde proviene cada activo, quién lo posee y en qué momento y en todos los puntos de contacto. La seguridad viene dado por el hecho de que “ningún interesado puede manipular una entrada y los pagos de la cadena de suministro no pueden ser falsificados, al igual que tampoco pueden falsificarse o manipularse otros datos como los registros de inventario, las condiciones de almacenamiento, los tiempos de entrega y las fechas, etc. y así sucesivamente a lo largo de la cadena”, finalizó diciendo Santiago Márquez.